Los problemas de salud urbana se han intensificado en las grandes ciudades de México, principalmente, por: deficientes políticas de planeación u omisiones; crisis de movilidad y flaquezas en saneamiento; tráfico permanente y fuera de control; zonas inseguras; calidad de vivienda; deficientes servicios de salud y urbanos; desigualdades sociales y económicas, entre otros.