Más que un mercado: Los tianguis, un viaje por la historia y el corazón de México
Los tianguis, esos vibrantes mercados al aire libre que han sido parte de la vida mexicana desde tiempos prehispánicos, son mucho más que simples lugares para comprar y vender. Son un reflejo de nuestra rica historia, un espacio de encuentro comunitario y un motor de la economía informal.
Por Mario Victorino
Los tianguis, esos vibrantes mercados al aire libre que han sido parte de la vida mexicana desde tiempos prehispánicos, son mucho más que simples lugares para comprar y vender. Son un reflejo de nuestra rica historia, un espacio de encuentro comunitario y un motor de la economía informal.
Raíces ancestrales
Nacidos en las civilizaciones mesoamericanas, los tianguis eran puntos de intercambio de productos agrícolas, artesanías y bienes diversos. Con la llegada de los españoles, evolucionaron y se adaptaron a las nuevas costumbres comerciales. Sin embargo, su esencia se mantuvo: un espacio donde lo local y lo tradicional se fusionaban con lo nuevo y lo exótico.
Más allá del comercio
Hoy en día, los tianguis siguen siendo un pilar de la vida cotidiana en muchas comunidades mexicanas. Además de ofrecer una amplia variedad de productos a precios accesibles, son un espacio donde se fortalecen los lazos sociales, se transmiten conocimientos y se celebran tradiciones. La experiencia de recorrer un tianguis es un viaje sensorial que involucra todos los sentidos: los olores de la comida, los colores de las artesanías, el bullicio de las conversaciones y la música que acompaña el ambiente.
El comercio informal: un motor económico
Los tianguis son un importante motor de la economía informal en México. Miles de vendedores ambulantes encuentran en estos mercados una oportunidad para generar ingresos y mejorar su calidad de vida. Aunque el comercio informal enfrenta desafíos legales y regulatorios, los tianguis representan una forma de emprendimiento popular que ha resistido el paso del tiempo.
Un patrimonio cultural
Los tianguis son mucho más que mercados; son un patrimonio cultural intangible que nos conecta con nuestras raíces y nos distingue como mexicanos. Su valor histórico, social y económico los convierte en un elemento fundamental de nuestra identidad.