El agua en la región del AIFA
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) contribuyó a elevar al grave problema de desabasto de agua en la región mexiquense, ya que el acuífero está sobreexplotado y ya no es viable seguir perforando pozos.
Por Alejandro Ramos Magaña
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) contribuyó a elevar al grave problema de desabasto de agua en la región mexiquense, ya que el acuífero está sobreexplotado y ya no es viable seguir perforando pozos.
Los expertos alertan de que en la región do de se ubica el AIFA (Zumpango), desde hace más de 20 años existe escasez de agua debido al gran crecimiento poblacional y al uso irracional del líquido.
Hace unos meses López Obrador planteó como una alternativa abrir y extraer agua de los pozos para distribuirla en las zonas más afectadas del Valle de México.
Recordemos que López Obrador combatió 147 amparos que se habían interpuesto por diversas organizaciones sociales que cuestionaban la falta de permisos ambientales y de seguridad aeronáutica. Aunque tuvieran la razón las organizaciones civiles, el peso del poder político se impuso con autoritarismo, pues como un “as” bajo la manga Lopez Obrador nombró, en agosto de 2019, amal AIFA como un proyecto de “seguridad nacional”, ante lo cual metió la obra con calzador y encriptó el costo total de la obra. Es decir, la opacidad en su máxima expresión.
Además, en el caso de los hallazgos de restos de 60 mamuts y de osamentas humanas y piezas de cerámica, que datan de la época prehispánica, tampoco fueron motivo para frenar los trabajos de la obra multimillonaria, que a la fecha no sabemos con precisión a cuánto ascendió.
Sin embargo, hay un tema de alta prioridad que sigue pendiente y que por ahora las autoridades de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), ya no han abordado, al menos públicamente, y es el agua.
Veamos en caso paso por paso:
Primer acto: estudios de la Conagua revelan que el acuífero Cuautitlán-Pachuca, y que es uno de los cuatro acuíferos que abastecen a la población del Valle de México, se encuentra sobreexplotado en 800%.
Segundo acto: la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de este proyecto, que la Sedena promovió ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y cuyo estudio fue elaborado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, advierte de daños colaterales en materia hídrica en el municipio de Zumpango, donde se ubica el aeropuerto, y en regiones del Valle de México. Toda vez que los tres pozos que se encuentran en el predio de la Base Aérea Militar, sólo pudieron abastecer de agua durante las obras, pese a que se aseguró que en las etapas de construcción se utilizaría agua tratada que fue transportada en pipas.
Tercer acto: en la MIA se establece que una alternativa es traer agua del acuífero del Valle del Mezquital a través de un acueducto (obra que estaría a cargo de la Conagua). Pero este acuífero, ya con agua limpia, se formó a lo largo de más de 120 años por las descargas de aguas negras del Valle de México. Y el tema es que esas aguas han regado por décadas los cultivos del Mezquital, y ahora los pobladores se niegan a que el agua, ya potabilizada por la naturaleza, regrese a la región del Valle de México.
Esta situación encendió las alertas de lucha social en la región.
Cuarto acto: la “guerra” por el agua sigue activa y cada vez más intensa en el Valle de México, como casi en todo el país.
Veamos un poco de historia, en 1998, un movimiento campesino se opuso al proyecto de Temascaltepec (que sería la ampliación del Sistema Cutzamala para llevar agua a la zona oriente de la Ciudad de México y zona conurbada). El proyecto se canceló ante la resistencia social.
En 2004, el Ejército Zapatista de Mujeres Mazahuas en Defensa del Agua tomó por varios días la Planta Los Berros (donde se potabiliza el agua del Sistema Cutzamala), exigiendo indemnizaciones. El tema no está resuelto en su totalidad. Y desde 1970 grupos de ejidatarios de la Cuenca Lerma —que también abastece al Valle de Mexico— mantienen su lucha contra la extracción del agua.
Quinto acto: la Sedena estimó que, tanto en sus instalaciones militares como en el AIFA se necesitan 12 mil metros cúbicos diarios de agua; o sea, 12 millones de litros de agua por día.
Sexto acto: si no es el Valle de Mezquital de donde se extraiga el agua, todo apunta en que las pipas serán la alternativa para llevar agua potable al AIFA. Y vale precisar que los cuatro acuíferos del Valle de México están sobreexplotados.
¿Cuáles son las fuentes de abasto alternas que se manejan para este proyecto faraónico?
Este gobierno federal está a punto de terminar y dejará un serio problema de desabasto de agua en la región del AIFA.
Séptimo acto: la “guerra” por el agua anuncia nuevos escenarios, y no hay para dónde moverse, aunque se trate de una obra de “seguridad nacional”.
En conclusión, el abuso del poder complicó el abasto de agua en la región de Zumpango.
Este tema nunca se volvió a ventilar en los actos propagandísticos desde Palacio Nacional.