Se estima que más de 175 mil personas trabajan en el crimen organizado en México

El crimen organizado en México emplea a más de 175 mil personas, según estudios recientes. Esta cifra posiciona a los cárteles como el quinto empleador más grande del país, superando a empresas como Pemex y Coppel.

masclaro.mx
today 08/10/2025

Por Mario Victorino


El crimen organizado en México no solo representa una amenaza para la seguridad nacional, sino que también se ha convertido en una estructura laboral masiva. De acuerdo con estimaciones publicadas por el Complexity Science Hub y difundidas por medios especializados, más de 175 mil personas trabajan actualmente en organizaciones criminales, lo que posiciona al narcotráfico como el quinto empleador más grande del país, por encima de empresas como Pemex, Coppel y Grupo Salinas.

Este fenómeno revela la magnitud de las redes delictivas que operan en el territorio nacional, así como su capacidad de reclutamiento, retención y expansión. Los cárteles más grandes —como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa— concentran decenas de miles de integrantes, mientras que al menos 20 células delictivas menores acumulan más de dos tercios del total de reclutas.


📊 Comparativa con grandes empresas

Según el estudio, el crimen organizado en México supera en número de empleados a compañías como:

OrganizaciónNúmero estimado de empleados
Femsa321,000
Walmart México231,000
Manpower203,000
América Móvil181,000
Cárteles mexicanos175,000
Oxxo168,000
Bimbo138,000
Pemex124,000
Coppel114,000
Grupo Salinas100,000



🔍 Dinámica de reclutamiento

Los cárteles mexicanos incorporan aproximadamente 375 nuevos miembros cada semana, en un esfuerzo por reemplazar bajas por enfrentamientos, detenciones o deserciones. Esta rotación constante ha convertido al crimen organizado en una estructura laboral de alta movilidad, con incentivos económicos, coerción y redes familiares como principales motores de captación.

El estudio advierte que duplicar las detenciones no reduce significativamente la violencia, mientras que reducir el reclutamiento a la mitad podría disminuir los homicidios hasta en un 25%. Esto sugiere que las estrategias preventivas —como educación, empleo formal y programas comunitarios— podrían ser más efectivas que las medidas punitivas tradicionales.


⚠️ Implicaciones sociales y políticas

La magnitud del crimen organizado como empleador plantea desafíos estructurales para el Estado mexicano. La falta de oportunidades laborales, la debilidad institucional y la impunidad han permitido que estas organizaciones se consoliden como alternativas económicas en regiones marginadas.

Expertos señalan que el combate al crimen debe incluir políticas públicas integrales, que aborden las causas sociales del reclutamiento y fortalezcan el tejido comunitario. Además, se requiere una revisión profunda del sistema de justicia, la seguridad pública y la coordinación intergubernamental para frenar el crecimiento de estas redes.