Escalada política por retiro de esculturas: Rojo de la Vega acusa doble moral de Sheinbaum

Rojo de la Vega responde a críticas de Sheinbaum por retiro de esculturas del Che y Fidel: “Fueron asesinos”. Acusa doble moral y defiende decisión como demanda vecinal.

masclaro.mx
today 22/07/2025

Por Mario Victorino


La confrontación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, alcanzó un nuevo nivel tras el retiro de las esculturas de Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara del Jardín Tabacalera. En respuesta a las críticas presidenciales, Rojo de la Vega calificó a ambos líderes revolucionarios como “asesinos” y acusó a Sheinbaum de ejercer una doble moral en el manejo del patrimonio histórico.

Durante una entrevista, la alcaldesa defendió su decisión de retirar las esculturas, argumentando que fueron adquiridas en 2017 por la administración de Ricardo Monreal sin consulta vecinal ni autorización del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos. Afirmó que los vecinos de la colonia Tabacalera llevaban meses solicitando el retiro de las figuras, por considerarlas símbolos de represión.

La polémica se intensificó cuando Sheinbaum calificó la remoción como “hipócrita e ilegal”, señalando que Rojo de la Vega había vacacionado en Cuba y se había retratado frente a murales del Che Guevara. En respuesta, la alcaldesa aseguró que su viaje ocurrió hace una década, cuando aún no tenía conciencia política, y que “Cuba no es Fidel ni el Che, sino un pueblo empobrecido y reprimido”.

Rojo de la Vega también recordó que Sheinbaum, como jefa de Gobierno, ordenó el retiro de placas y monumentos de figuras como Cristóbal Colón y Gustavo Díaz Ordaz, lo que —según la alcaldesa— evidencia una incongruencia en el discurso presidencial. “El asesino no es menos asesino si pertenece a la izquierda”, declaró, en referencia a los líderes cubanos.

La alcaldía Cuauhtémoc analiza la viabilidad legal de subastar las esculturas, con el argumento de que los recursos podrían destinarse a necesidades urgentes de la demarcación. Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad de México ha solicitado la devolución de las piezas para su posible reubicación.

Este episodio ha reactivado el debate sobre el uso del espacio público, la memoria histórica y la politización del patrimonio cultural. La tensión entre ambas figuras políticas podría escalar aún más si no se establece una ruta institucional clara para resolver el destino de las esculturas.