De viral a vacío: la protesta de la 'Generación Z' fracasa otra vez
La convocatoria a una marcha de la llamada 'Generación Z' volvió a fracasar en México, con baja asistencia y escaso impacto social.
Por Mario Victorino
La convocatoria a una nueva marcha de la llamada 'Generación Z' volvió a fracasar este fin de semana en México, reflejando la dificultad de este grupo para consolidar un movimiento social masivo. Pese a la difusión en redes sociales y los llamados a la participación, la asistencia fue mínima y el evento pasó prácticamente desapercibido en las calles.
Escasa respuesta ciudadana
Los organizadores habían anunciado la movilización como un espacio para expresar demandas relacionadas con empleo, educación, vivienda y participación política. Sin embargo, la respuesta fue limitada y apenas se registraron pequeños grupos en puntos estratégicos de la capital. La falta de convocatoria evidencia el reto que enfrenta esta generación para transformar la conversación digital en acción presencial.
El contraste entre redes y realidad
En plataformas como TikTok, Instagram y X, la convocatoria generó cierta expectativa, con publicaciones que buscaban viralizar el llamado. No obstante, el entusiasmo en línea no se tradujo en presencia física. Este contraste entre la fuerza digital y la debilidad en las calles se ha repetido en intentos anteriores, lo que plantea dudas sobre la capacidad de la 'Generación Z' para articular un movimiento político o social sostenido.
Factores que explican el fracaso
Entre las razones que explican la baja asistencia destacan:
- Falta de liderazgo claro: no existe una figura reconocida que encabece las demandas.
- Desconfianza en las movilizaciones tradicionales: muchos jóvenes prefieren expresar sus opiniones en redes sociales.
- Desconexión con causas inmediatas: las consignas resultaron demasiado generales y poco vinculadas a problemas concretos de la vida cotidiana.
- Temor a la represión o desinterés político: factores que inhiben la participación presencial.
Implicaciones para el futuro
El nuevo fracaso de la convocatoria refuerza la percepción de que la 'Generación Z' enfrenta un desafío estructural para convertirse en un actor político relevante. Aunque domina el espacio digital y marca tendencias culturales, aún no logra trasladar esa influencia al terreno de la movilización social.
La experiencia deja claro que el reto no es solo convocar, sino generar confianza, liderazgo y propuestas concretas que motiven a los jóvenes a salir de la virtualidad y ocupar el espacio público.