Más allá de la lluvia: el legado de Tláloc en la celebración del Día de la Candelaria

Descubre la fascinante conexión entre Tláloc, el dios de la lluvia, y el Día de la Candelaria en México. Explora cómo estas dos tradiciones, una prehispánica y otra católica, se entrelazan a través de rituales, simbolismos y la gastronomía, revelando un legado cultural único.

masclaro.mx
today 03/02/2025

Por Mario Victorino

En el corazón de México, donde las tradiciones ancestrales y el fervor religioso se entrelazan, emerge una festividad que trasciende el tiempo y las creencias: el Día de la Candelaria. Esta celebración, arraigada en la fe católica y enriquecida por las costumbres indígenas, revela una conexión profunda con Tláloc, el venerado dios de la lluvia y el agua.

 

Un encuentro de dos mundos

El Día de la Candelaria, conmemorado el 2 de febrero, tiene sus raíces en la presentación del niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María. Sin embargo, en tierras mexicanas, esta festividad adquiere un matiz especial al fusionarse con las antiguas tradiciones dedicadas a Tláloc.

En la época prehispánica, los pueblos indígenas honraban a Tláloc y su consorte Chalchiuhtlicue, diosa de los lagos y los manantiales, en ceremonias que coincidían con el inicio del ciclo agrícola. Estas festividades buscaban asegurar una temporada de lluvias abundantes y cosechas generosas.

 

Tamales: un vínculo sagrado

La conexión entre Tláloc y el Día de la Candelaria se manifiesta en la presencia de los tamales como elemento central de ambas celebraciones. Los tamales, elaborados con maíz, un regalo sagrado de los dioses, se ofrecen como ofrenda a Tláloc en señal de gratitud y petición de favores.

Durante el Día de la Candelaria, las familias mexicanas comparten tamales en un ambiente de convivencia y devoción. Esta costumbre, transmitida de generación en generación, representa un legado ancestral que vincula el presente con el pasado, lo sagrado con lo cotidiano.

 

Una herencia cultural viva

La relación entre Tláloc y el Día de la Candelaria es un testimonio de la riqueza y complejidad de la cultura mexicana. Esta festividad, donde lo indígena y lo español se entrelazan, nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestras tradiciones y honrar a nuestros antepasados.

En cada tamal compartido, en cada vela encendida, en cada oración elevada, el legado de Tláloc y el Día de la Candelaria sigue vivo en el corazón de México, recordándonos que la lluvia, el agua y la fe son elementos esenciales para la vida y la cultura.