Migrantes acribillados en centro de ICE: tiroteo brutal sacude Dallas y deja muertos
Tiroteo en centro de detención del ICE en Dallas deja varios migrantes muertos y heridos. El atacante se suicidó tras disparar desde un edificio contiguo. Autoridades investigan posible violencia dirigida.

Por Mario Victorino
Un violento tiroteo sacudió este miércoles las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas, Texas, dejando al menos tres migrantes muertos y varios más heridos. El ataque ocurrió mientras se realizaba el traslado de personas bajo custodia, cuando un francotirador abrió fuego desde un edificio gubernamental adyacente. El agresor, identificado como Joshua Jahn, de 29 años, se quitó la vida tras ser rodeado por la policía.
Este nuevo episodio de violencia contra centros de detención migratoria se suma a una serie de ataques recientes en Texas, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad en instalaciones federales y el creciente clima de tensión en torno a la política migratoria.
Migrantes, las principales víctimas
Las autoridades confirmaron que las víctimas del tiroteo eran migrantes detenidos en el centro de ICE. Ningún agente federal resultó lesionado. Entre los heridos se encuentra un ciudadano mexicano, quien fue hospitalizado con lesiones graves. El Consulado General de México en Dallas ya ha contactado a sus familiares y brinda asistencia legal y médica.
Este hecho ocurre en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias, con un aumento en las detenciones y deportaciones. La presencia de migrantes en centros de detención ha sido objeto de debate, especialmente ante denuncias de hacinamiento, falta de atención médica y condiciones inhumanas.
¿Violencia dirigida?
La investigación preliminar apunta a que el ataque fue un acto de violencia dirigida contra el sistema migratorio. El agresor disparó desde una azotea, aprovechando el momento en que los detenidos eran trasladados. Aunque no se ha confirmado el móvil, funcionarios federales consideran que podría tratarse de una represalia o manifestación extremista.
Este es el tercer incidente violento contra instalaciones migratorias en Texas en lo que va del año. En julio, un tiroteo frente a un centro de detención en Alvarado dejó un policía herido, y otro ataque en McAllen involucró disparos contra un edificio de la Patrulla Fronteriza.
Reacciones y despliegue de seguridad
El tiroteo ha generado una ola de reacciones entre funcionarios, organizaciones civiles y defensores de derechos humanos. Mientras algunos condenan el ataque como terrorismo doméstico, otros señalan que la creciente hostilidad hacia migrantes está alimentando un clima de violencia.
Las autoridades han reforzado la seguridad en centros de detención y patrullas fronterizas, mientras el FBI lidera la investigación para esclarecer los hechos y prevenir nuevos ataques. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha expresado preocupación y exige acceso irrestricto al connacional herido.
Un sistema bajo presión
El ataque en Dallas pone en evidencia la vulnerabilidad de los centros de detención y la polarización que rodea el tema migratorio en Estados Unidos. La violencia contra migrantes y personal de ICE refleja una fractura social que va más allá de las políticas públicas: es una señal de que el sistema migratorio está bajo presión, tanto desde dentro como desde fuera.
Mientras las autoridades buscan respuestas, las víctimas del tiroteo se convierten en símbolo de una crisis que exige atención urgente. La seguridad de los migrantes detenidos, la transparencia en las investigaciones y la prevención de futuros ataques son ahora prioridades ineludibles.