Netanyahu solicita indulto presidencial: un giro en el caso de corrupción más polémico de Israel
Benjamin Netanyahu solicita indulto al presidente Isaac Herzog en medio de juicios por corrupción, generando división política en Israel.
REDACCIÓN
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, entregó una solicitud de indulto al presidente Isaac Herzog, en un movimiento descrito como extraordinario y con implicaciones significativas para la política israelí. La petición, presentada a finales de noviembre de 2025, incluye un documento de más de 100 páginas y una carta personal firmada por Netanyahu, en la que argumenta que suspender los juicios permitiría al país concentrarse en la gobernanza y en la unidad nacional.
Contexto judicial
Netanyahu enfrenta tres juicios por soborno, fraude y abuso de confianza, procesos que se han prolongado durante años y que han polarizado a la sociedad israelí. Aunque el primer ministro mantiene su inocencia y denuncia una persecución política, la oposición insiste en que no puede haber indulto sin admisión de culpa, remordimiento y retiro de la vida política.
Argumentos de la solicitud
En su carta, Netanyahu afirmó que su caso se ha convertido en un foco de controversia que afecta la estabilidad del país. Sostuvo que, aunque desea demostrar su inocencia en los tribunales, el interés público dicta que se suspenda el juicio para evitar más divisiones internas y permitirle concentrarse en los desafíos externos que enfrenta Israel.
Reacciones políticas
La solicitud ha generado un intenso debate. Sus seguidores en el partido Likud respaldan la medida como necesaria para preservar la gobernabilidad, mientras que críticos y opositores temen que un indulto debilite la confianza en el sistema judicial y democrático. El presidente Herzog, único autorizado para conceder el indulto, anunció que esperará la opinión de las autoridades judiciales antes de tomar una decisión.
Implicaciones
El desenlace de esta solicitud marcará un punto de inflexión en la política israelí. Si Herzog concede el indulto, Netanyahu podría continuar en el poder sin enfrentar los juicios, pero el costo político sería alto en términos de credibilidad institucional. Si lo rechaza, el primer ministro deberá seguir enfrentando los procesos legales, con el riesgo de que su liderazgo se vea debilitado.