Es de todos sabido que el impulso, la fuerza, el peso, y la manera de existir de algunos sindicatos nacionales, creció durante sexenios anteriores, se fortalecieron al paso de los años primero con banderas de autonomía, una legítima defensa de la clase trabajadora, los obreros, las bases operativas en distintos rubros, sindicatos que profesaban velar por el bien de los trabajadores, volviéndose un poder casi absoluto, que en el caso de algunos, llegaron a poner a secretarios a conveniencia, y coaccionar incluso a las mas altas esferas del poder gubernamental, manejando, manipulando posiciones políticas, anquilosándose en el poder, como un cáncer silencioso, doloroso, y nada beneficioso para los trabajadores de las paraestatales, con una significativa relevancia para el desarrollo del país, en un país donde la energía, los hidrocarburos, generan estabilidad en las finanzas, los mercados bursátiles, así como la estabilidad social, son sindicatos de primera importancia en la estabilidad de una nación como es nuestro México.
En estas fechas de triunfos por confirmar, o mas bien dicho oficializar en papel, de derrotas dolorosas, de posiciones incomodas, de relajarse al grado de mostrarse sin máscaras, me queda la duda si acaso la clase política piensa en corresponder al apoyo de todos los votantes, la entrega de sus correligionarios, y hacer caso a los que no votaron por ellos…
Este su Chacal y amigo ha encontrado cientos de declaraciones de diversos políticos, mandatarios, y personajes relevantes que tratan de concientizar con eso del cambio climático, dicho en otras palabras, el “calentamiento global”
(Todo que ver)
Latinus, uno de los medios digitales más influyentes y polémicos de México, ha anunciado una pausa temporal en sus operaciones.
Lo que paso el 2 de junio en las elecciones en que resulto ganadora Claudia Sheinbaum Pardo (presidente electa), es el reflejo de una sociedad que se moviliza poco, y lo poco que se moviliza es por causas sin sentido