Ricardo Salinas Pliego lanza un desafío político con el Movimiento Anticrimen y Corrupción
En pleno 15 de septiembre, Ricardo Salinas Pliego irrumpe con el Movimiento Anticrimen y Corrupción, un llamado directo contra la violencia, la corrupción… y contra quienes, según él, han permitido que México se hunda.

Por Mario Victorino
En la víspera del Grito de Independencia, Ricardo Salinas Pliego no se limitó a ondear la bandera: lanzó un misil político. El presidente de Grupo Salinas presentó el Movimiento Anticrimen y Corrupción (MACC), una iniciativa que, más que un simple llamado ciudadano, suena a ultimátum contra el poder político y económico que —según él— ha tolerado la inseguridad y la podredumbre institucional.
Con la bandera nacional y el estandarte de la Virgen de Guadalupe como telón de fondo, el empresario habló de “vida, propiedad y libertad” como trincheras que hay que defender. El mensaje fue claro: México está secuestrado por la violencia y la corrupción, y quienes deberían combatirlas han preferido mirar hacia otro lado.
Un movimiento que incomoda
El MACC no se presenta como un club de buenas intenciones. Su narrativa apunta directamente contra el “régimen” y contra lo que Salinas Pliego describe como una cultura de impunidad que beneficia a criminales y burócratas por igual. La propuesta: organizar a la ciudadanía para enfrentar de frente a la delincuencia y a la corrupción, sin pedir permiso a nadie.
Entre sus principios, el movimiento enarbola la defensa de la propiedad privada, la libertad individual y el rechazo frontal a cualquier forma de control estatal que limite la iniciativa económica. Un discurso que, para algunos, es un grito de resistencia; para otros, una provocación calculada.
Contexto de alta tensión
El lanzamiento llega en un momento de polarización extrema. La violencia no cede, los casos de corrupción se acumulan y la confianza en las instituciones está en mínimos históricos. Salinas Pliego, conocido por su estilo frontal y sus críticas abiertas al gobierno, eligió la noche más simbólica del calendario patrio para encender la mecha.
La pregunta que flota es si el MACC será un movimiento ciudadano genuino o una plataforma política disfrazada. Lo cierto es que el mensaje ya está generando reacciones encontradas: aplausos de quienes ven en él una voz que dice lo que otros callan, y rechazo de quienes lo acusan de oportunismo.
Lo que viene
El empresario prometió que en los próximos días se abrirá un registro para quienes quieran sumarse. No hay estructura formal ni plan operativo detallado, pero sí una narrativa que busca capitalizar el hartazgo social. El reto será convertir la indignación en acciones concretas y sostenidas, y no en otro episodio mediático que se diluya con el tiempo.