Ausencias notables en el mitin de Sheinbaum: Adán Augusto, Monreal y López Beltrán ya no ocupan la primera fila
Durante el mitin por el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, las ausencias de Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Andrés Manuel López Beltrán en la primera fila marcaron un giro simbólico en el reacomodo político de la Cuarta Transformación.

Por Mario Victorino
El Zócalo capitalino se llenó de simpatizantes, banderas y consignas para conmemorar el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, más allá del discurso presidencial y los logros exhibidos, lo que captó la atención de analistas y militantes fue la reconfiguración del espacio político en el templete principal: figuras clave del obradorismo como Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Andrés Manuel López Beltrán ya no estuvieron en primera fila.
La ausencia de estos tres perfiles en el núcleo visible del evento no pasó desapercibida. Durante años, su presencia en actos masivos del movimiento fue sinónimo de poder, influencia y cercanía con el liderazgo presidencial. Esta vez, el protagonismo se desplazó hacia gobernadores, secretarios del gabinete y representantes populares que han consolidado su lealtad directa con Sheinbaum.
Reacomodo simbólico en el templete presidencial
La distribución del templete reflejó un nuevo orden político. En primera fila estuvieron los titulares de Energía, Bienestar, Gobernación y Seguridad, así como los gobernadores de Veracruz, Sonora, Baja California y la Ciudad de México. También se dio espacio a líderes indígenas, representantes estudiantiles y activistas sociales, en una señal de apertura hacia nuevas narrativas dentro del movimiento.
Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y figura clave en la transición entre López Obrador y Sheinbaum, no fue ubicado en el área central del evento. Ricardo Monreal, senador con trayectoria y exaspirante presidencial, tampoco apareció en el círculo inmediato. Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente y operador político en campañas pasadas, fue visto en el evento, pero sin el protagonismo que antes ostentaba.
Lecturas políticas y señales internas
La ausencia de estos actores en la primera fila no implica una ruptura formal, pero sí sugiere un cambio en las prioridades del nuevo liderazgo. Claudia Sheinbaum ha buscado consolidar su propio equipo, con perfiles técnicos, institucionales y territoriales que responden directamente a su proyecto de gobierno. El mitin sirvió como vitrina para mostrar esa transición.
En los pasillos del poder, se interpreta este gesto como una redefinición del mapa interno de la Cuarta Transformación. La presidenta ha optado por fortalecer su base con figuras emergentes, gobernadores alineados y operadores que no necesariamente provienen del círculo obradorista original.
Un mitin de consolidación, no de nostalgia
El evento en el Zócalo no fue una evocación del pasado, sino una afirmación del presente. Sheinbaum centró su discurso en resultados: reducción de pobreza, avances en seguridad, soberanía energética y expansión educativa. El tono fue institucional, con guiños a la continuidad, pero sin dependencias simbólicas.
La ausencia de Adán Augusto, Monreal y López Beltrán en la primera fila marca un punto de inflexión. La Cuarta Transformación entra en una nueva etapa, donde el liderazgo se redefine no solo por los cargos, sino por la cercanía con el proyecto presidencial en curso.