Con el calentamiento de la campaña presidencial de 2024, la vicepresidenta Kamala Harris se encuentra en una posición crítica y desafiante. A pesar de su mayor visibilidad y enfoque estratégico en temas clave como los derechos reproductivos, el control de armas y los derechos civiles, las calificaciones de aprobación de Harris siguen siendo obstinadamente bajas.