Trump y Aliados privados planean deportaciones masivas: Preparativos para una nueva estrategia migratoria en EE.UU.
Aliados de Donald Trump y sectores del ámbito privado en EE.UU. están preparando una operación migratoria a gran escala en caso de que Trump asuma nuevamente la presidencia en 2025.
REDACCIÓN
Aliados de Donald Trump y sectores del ámbito privado en EE.UU. están preparando una operación migratoria a gran escala en caso de que Trump asuma nuevamente la presidencia en 2025. Este plan incluye detenciones masivas y deportaciones aceleradas de migrantes indocumentados, respaldándose en infraestructura privada y colaboración de gobiernos estatales aliados para optimizar la capacidad de detención. Estos esfuerzos anticipan la suspensión de programas como DACA y el Estatus de Protección Temporal (TPS), lo que afectaría a millones de personas en el país.
Durante su primer mandato, Trump impulsó la expansión de los centros de detención privados y aumentó las restricciones migratorias. Sin embargo, la nueva propuesta va más allá al buscar deportaciones aceleradas y el uso de "centros de preparación" en estados fronterizos como Texas, facilitando la deportación de migrantes hacia sus países de origen con aeronaves de transporte, incluso militares.
Uno de los principales impulsores de la iniciativa es Stephen Miller, exasesor de Trump, quien ha indicado que la meta es implementar estas políticas con rapidez, a pesar de los desafíos legales que presentan. La estrategia también explora la posibilidad de invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para facilitar la expulsión de personas vinculadas a actividades de pandillas y narcotráfico, aunque esta acción enfrenta complicaciones legales. Además, algunos estados bajo gobiernos republicanos consideran movilizar la Guardia Nacional para apoyar en estos operativos, sorteando restricciones impuestas por la Ley Posse Comitatus.
El proyecto, que plantea involucrar al sector privado en la creación de centros de detención temporales cerca de la frontera, ha sido duramente criticado por defensores de derechos humanos y expertos en migración, quienes alertan sobre los impactos humanitarios, la fragmentación de familias y el daño a las comunidades migrantes establecidas en el país. Si bien estos planes han encontrado eco entre la base de seguidores de Trump, también generan preocupaciones por los efectos que podrían tener en el sistema económico y social de Estados Unidos.