Sheinbaum y la Suprema Corte: Silencio en medio de la reforma judicial

En medio de un escenario político marcado por la controversia, Claudia Sheinbaum, próxima a asumir la presidencia de México, ha decidido no reunirse con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mientras avanza la implementación de la reforma judicial impulsada por la administración actual.

Cuartoscuro
today 10/10/2024

REDACCIÓN.


Ciudad de México. En medio de un escenario político marcado por la controversia, Claudia Sheinbaum, próxima a asumir la presidencia de México, ha decidido no reunirse con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mientras avanza la implementación de la reforma judicial impulsada por la administración actual. Esta decisión, que ha generado diversos comentarios en los círculos políticos y entre analistas, podría interpretarse como una señal clara del enfoque que tomará el nuevo gobierno en relación con el Poder Judicial.

 

La reforma judicial ha sido uno de los puntos más discutidos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien ha promovido cambios estructurales para ajustar el funcionamiento de la justicia en México. Sin embargo, la propuesta ha generado tensiones entre el Poder Ejecutivo y la SCJN, que en repetidas ocasiones ha ejercido su papel de contrapeso a ciertas iniciativas legislativas y presidenciales. Sheinbaum, una figura clave en el partido Morena y con un historial de respaldo a las políticas de López Obrador, se enfrenta ahora a la encrucijada de continuar con el rumbo reformista sin caer en un conflicto directo con la Corte.

 

El silencio de Sheinbaum respecto a una posible reunión con los ministros de la SCJN ha sido visto por algunos como una estrategia calculada. Aunque durante su campaña presidencial se manifestó a favor de la independencia del Poder Judicial, su postura reciente parece señalar que no cederá a presiones para entablar un diálogo inmediato con el tribunal. Al parecer, su enfoque inicial se centrará en la ejecución efectiva de la reforma judicial, dejando de lado la confrontación directa con el órgano que ha bloqueado varias iniciativas clave del actual gobierno.

 

La relación entre el próximo Ejecutivo y la SCJN será un tema crucial durante los primeros meses del mandato de Sheinbaum. La Suprema Corte, compuesta por 11 ministros, ha jugado un rol determinante en la interpretación constitucional de las reformas promovidas por el gobierno saliente. Mientras que algunos ministros han sido duramente criticados por la administración actual, el próximo sexenio podría abrir un nuevo capítulo en la relación entre ambos poderes.

 

Por otro lado, diversos sectores de la sociedad civil, la academia y las organizaciones de derechos humanos han manifestado su preocupación por los alcances de la reforma judicial. Estos grupos consideran que los cambios propuestos podrían poner en riesgo la autonomía judicial, al tiempo que se debilitan ciertos contrapesos institucionales. La falta de un diálogo abierto entre la próxima presidenta y la SCJN podría, para algunos, avivar aún más la tensión.

 

A medida que se aproxima el inicio del nuevo gobierno, las expectativas sobre cómo se implementará la reforma judicial y cómo evolucionará la relación con la Corte siguen siendo altas. En este contexto, el silencio de Sheinbaum no es inocuo: podría ser un indicativo de una estrategia a largo plazo o una señal de que, por ahora, la prioridad estará en consolidar las reformas desde el Legislativo y el Ejecutivo, sin necesidad de negociar con la SCJN.

 

Sin embargo, en el panorama político mexicano, los tiempos cambian rápidamente, y la necesidad de una eventual colaboración o, al menos, de una coexistencia pacífica entre el Ejecutivo y la SCJN podría convertirse en un factor clave para el éxito de la reforma judicial y de otras iniciativas legislativas que Sheinbaum tiene planeadas para su mandato.