Gerardo Fernández Noroña prohíbe acceso a ciudadanos al Senado en medio de polémicas
En un controvertido movimiento, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, prohibió el acceso a ciudadanos en las instalaciones del recinto legislativo, una decisión que ha desatado una ola de críticas tanto de opositores como de organizaciones de la sociedad civil.
Por Mario Victorino
En un controvertido movimiento, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, prohibió el acceso a ciudadanos en las instalaciones del recinto legislativo, una decisión que ha desatado una ola de críticas tanto de opositores como de organizaciones de la sociedad civil. La medida, anunciada de manera sorpresiva, se tomó en un contexto de intensos debates y movilizaciones en las afueras del Senado, vinculadas a la aprobación de varias reformas, entre ellas, la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Fernández Noroña justificó la prohibición alegando la necesidad de preservar la seguridad y el orden dentro del Senado, debido a la creciente afluencia de manifestantes y grupos de interés que buscaban expresar sus puntos de vista durante las sesiones. Según el legislador, el acceso restringido es una medida temporal que se mantendrá hasta que las condiciones lo permitan. Además, destacó que el Senado cuenta con medios digitales para que los ciudadanos sigan los debates y votaciones, lo que garantizaría la transparencia del trabajo legislativo.
Sin embargo, la decisión ha sido fuertemente cuestionada por senadores de la oposición y colectivos ciudadanos, quienes argumentan que esta medida atenta contra los principios democráticos de apertura y participación ciudadana. Líderes de la oposición señalaron que cerrar las puertas del Senado a los ciudadanos es un intento de silenciar las voces disidentes y de evitar el escrutinio público en momentos clave para la política nacional.
Afuera del recinto, algunos grupos de manifestantes exigieron la reapertura del acceso al público, señalando que este tipo de decisiones vulneran sus derechos de participación y expresión. Varios de ellos consideran que esta restricción refleja un distanciamiento entre los legisladores y la ciudadanía, en un momento donde la relación entre el poder y el pueblo debería fortalecerse.
La prohibición coincide con la creciente tensión en el Senado debido a la discusión de la reforma que adscribiría la Guardia Nacional a la Sedena, un tema que ha polarizado tanto a legisladores como a la sociedad. Se espera que la situación genere más debates en los próximos días, mientras Fernández Noroña sigue firme en su postura de mantener la medida hasta nuevo aviso.