Senado avanza en reforma para adscribir Guardia Nacional a Sedena
El Senado de la República ha dado un paso crucial hacia la aprobación de la reforma que adscribiría a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Por Mario Victorino
El Senado de la República ha dado un paso crucial hacia la aprobación de la reforma que adscribiría a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta propuesta, que ha generado un debate encendido, busca que la Guardia Nacional, creada en 2019 como un cuerpo de seguridad pública de carácter civil, quede bajo el mando operativo y administrativo de la Sedena, reforzando su vinculación con las fuerzas armadas.
El avance de la reforma se consolidó en las comisiones del Senado, donde los legisladores discutieron los beneficios y riesgos de esta medida. Según los defensores de la iniciativa, la adscripción permitirá fortalecer la capacidad operativa de la Guardia Nacional, aprovechando la infraestructura y disciplina militar de la Sedena para enfrentar los retos de seguridad en el país, especialmente el combate al crimen organizado. Aseguran que este movimiento será clave para mejorar la coordinación y eficacia de las fuerzas de seguridad en un contexto de alta violencia.
No obstante, las críticas no se han hecho esperar. Diversos sectores, incluidos activistas de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil, señalan que la reforma implica una preocupante militarización de la seguridad pública, lo que podría erosionar los principios constitucionales de control civil sobre las fuerzas armadas. Este debate se intensificó tras las declaraciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que previamente había emitido observaciones sobre la constitucionalidad de una medida similar.
De aprobarse en el Senado, la reforma consolidaría la presencia militar en la seguridad pública, uno de los puntos más controversiales del gobierno actual. Desde su creación, la Guardia Nacional ha estado mayormente conformada por efectivos militares y marinos, lo que ha llevado a su funcionamiento bajo una lógica castrense a pesar de su naturaleza civil estipulada en la Constitución.
La propuesta ha sido una de las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha argumentado que las fuerzas armadas son fundamentales para garantizar la paz en el país. La adscripción a la Sedena también forma parte de su estrategia de continuidad de la Guardia Nacional, después de su administración.
En los próximos días, se espera que la reforma sea discutida en el pleno del Senado, donde podría ser aprobada por mayoría. De ocurrir, se concretará una transformación significativa en el ámbito de la seguridad pública en México, cuyos impactos seguirán siendo tema de análisis por expertos en derechos humanos y política de seguridad.