De lo real a lo “falso”
El show mediático de los monólogos desde Palacio Nacional está por cerrar una etapa de ataques, propaganda y abusos del poder político.
Por Alejandro Ramos Magaña
El show mediático de los monólogos desde Palacio Nacional está por cerrar una etapa de ataques, propaganda y abusos del poder político.
En sus más de 1,300 intervenciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador convirtió lo falso en realidad, y lo real lo hizo ficticio.
En el terreno de los medios los acusó de ser creadores de “falsedades”, y hasta de conspirar con el gobierno federal. Descalificó a periodistas, los exhibió al difundir sus datos personales en sus mañaneras; no le importó violar la ley y hasta poner en peligro a los comunicadores.
A manera de contraataque abrió a fines de junio de 2021 un espacio en sus mañaneras para exhibir la supuesta infodemia y para hacer añicos el ejercicio periodístico de investigación y crítico.
Mientras el país enfrentó problemas más graves como la inseguridad, la pandemia, la falta de medicamentos para niños con cáncer, la economía estancada, desempleo, sequías, fuga de capitales, entre otros, el presidente prefirió recurrir a la distracción y a las las acciones propagandísticas para hablar de un México inexistente.
“Sus otros datos”, que por cierto nunca presentó cuáles son, siempre dieron el toque a una narrativa torcida, engañosa, vengativa.
Durante este sexenio los ataques a la prensa y a los periodistas han sido intensos, agresivos, descalificadores. Las verdades que se difunden en los medios le incomodan a un presidente que no gobierna, y sólo se mueve como un eterno agitador, provocador.
El presidente dijo en varias ocasiones que daría el derecho de réplica por escrito o redes sociales después de que exhiba a los medios o periodistas por las supuestas falsedades, pero esa réplica nunca llegó. Quedó claro que no permitiría la interacción directa en sus mañaneras en Palacio Nacional.
Tal vez ya no sorprenda a nadie que las mentiras siempre van de la mano de los políticos –principalmente–, con ellas se esconden, se empoderan, tapan ineptitudes y hasta sus transas. Están acostumbrados al recurso de la hipérbole, a distorsionar, distraer y mentir. Y cuando se tiene todo el poder, pues la mentira es como un misil con gran poder destructivo.
Ya veremos si la presidente electa ejercerá la gobernanza por el bien de todo México, eliminando el odio, la venganza y la mentira.