Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas: Una Lucha por el Agua y la Vida
Medellín de Bravo, Veracruz.- La Organización Mexicana Legítima de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas (OMLPOCI), fundada en 2010, constituye una unión de entidades mexicanas, autónoma, libre y democrática, sin fines de lucro. Su misión se fundamenta en el desarrollo sustentable e integral, así como en el humanismo mexicano, con el objetivo de atender y apoyar las necesidades básicas y prioritarias de los pueblos originarios, comunidades indígenas y afroamericanos en todo el territorio nacional.
Por Alejandro Ramos Magaña
Medellín de Bravo, Veracruz.- La Organización Mexicana Legítima de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas (OMLPOCI), fundada en 2010, constituye una unión de entidades mexicanas, autónoma, libre y democrática, sin fines de lucro. Su misión se fundamenta en el desarrollo sustentable e integral, así como en el humanismo mexicano, con el objetivo de atender y apoyar las necesidades básicas y prioritarias de los pueblos originarios, comunidades indígenas y afroamericanos en todo el territorio nacional.
El 15 de diciembre pasado, la OMLPOCI organizó en el estado de Veracruz su primer Foro Nacional titulado “Sembrando Semillas para las Nuevas Generaciones”, al cual este columnista tuvo el honor de asistir como invitado especial.
En este evento participaron 28 gobernadores de los Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, provenientes de diversos estados de la República, incluyendo Tamaulipas, Sinaloa, Querétaro, Estado de México, Jalisco, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Chiapas y Quintana Roo, entre otros.
Desde el primer contacto con la organización, se percibió que dos ejes rectores guían sus acciones: la conservación de la naturaleza y los recursos naturales. Estas acciones se desarrollan en el contexto del cambio climático y la necesidad imperiosa de elevar la conciencia en las poblaciones sobre el valor de los recursos naturales y la vulnerabilidad en la que se encuentran.
El criterio de conservación adoptado por sus integrantes es meticuloso y exhaustivo en su aplicación. Su plan de trabajo se orienta a la creación de un entorno más saludable, caracterizado por cuencas y bosques restaurados, recuperación de suelos, pozos de agua potable con definición jurídica, tratamiento de aguas residuales para su reutilización y promoción de prácticas agrícolas que optimicen la producción y garanticen la seguridad alimentaria nacional. Reconocen la necesidad de intensificar los esfuerzos de conservación de los recursos naturales en respuesta al cambio climático, con el fin de asegurar una producción de alimentos más abundante y de mayor calidad para el consumo interno y la exportación.
“Nuestro objetivo es fortalecer el sector productivo del país, promoviendo el desarrollo y la prosperidad. El propósito de esta propuesta es proporcionar la información, la tecnología y el apoyo necesarios para la implementación exitosa de estas políticas y proyectos dirigidos a los pueblos originarios, comunidades indígenas y afromexicanos en todo el territorio nacional”, afirma el doctor Paul de Malecó, experto en recursos hídricos, quien, junto con José del Carmen Chable Hernández, presidente nacional de la organización convocante; el doctor José Valenzuela Juárez, presidente internacional de la OMLPOCI; y el doctor Jorge Morgado López, asesor en salud, han colaborado en la formulación de esta iniciativa.
Durante las exposiciones, los organizadores enfatizaron la importancia de promover la participación democrática de las comunidades indígenas en la resolución de sus problemáticas. Asimismo, impulsaron la implementación de planes sustentables para lograr soluciones integrales en áreas como salud, educación, proyectos productivos, transporte, infraestructura vial y acceso al agua, entre otros. Se destacó la necesidad de fortalecer la cosmovisión indígena, rescatar la medicina ancestral y conservar la biodiversidad, promoviendo así el desarrollo sustentable. Se enfatizó el respeto y la promoción de la equidad de género, la honestidad y la honradez en todas las actividades, la no discriminación, el respeto mutuo, la comunicación eficaz y transparente, y el respeto y promoción de los derechos humanos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existen aproximadamente 7.3 millones de personas que hablan alguna lengua originaria. Hasta el año 2023, 39.2 millones de individuos en México se identificaron como indígenas. Adicionalmente, en la República Mexicana se estimaron 3.1 millones de personas afrodescendientes por autorreconocimiento, de las cuales el 51% correspondió a mujeres y el 49% a hombres.
Los organizadores subrayaron que las comunidades que integran un pueblo indígena constituyen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio específico y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus sistemas normativos.
El doctor José Valenzuela precisó: “El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. Para el reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas, se deben considerar criterios etnolingüísticos, de asentamiento físico y de autoadscripción”.
El intercambio de experiencias se llevó a cabo a través de un espacio de diálogo, denuncia y construcción colectiva frente a la crisis climática, la cual afecta de manera desproporcionada a los pueblos originarios, comunidades indígenas y afromexicanas de México.
Los gobernadores manifestaron su defensa del agua, la vida, el territorio y los saberes ancestrales, frente a un modelo de desarrollo que ha profundizado el despojo y destrucción de recursos naturales, la escasez hídrica y la pérdida de biodiversidad.
El foro destacó la urgente necesidad de la participación de los pueblos originarios y comunidades indígenas en la búsqueda de la justicia climática. A pesar de su papel histórico en la protección de los ecosistemas, sus voces continúan siendo excluidas de las decisiones ambientales de los gobiernos federales y estatales. El encuentro instó a los Poderes de la Nación a rectificar esta omisión, reconociendo las experiencias y propuestas de estos grupos como un enfoque integral para el desarrollo nacional.
Los participantes reafirmaron la defensa del agua como un derecho colectivo y la protección de la biodiversidad frente a las prácticas extractivistas. Se evidenció que los grupos indígenas e integrantes de pueblos originarios presentes en el foro poseían un conocimiento profundo sobre el cambio climático, sus impactos en los ecosistemas y las estrategias necesarias para su mitigación y adaptación en las próximas décadas. Este conocimiento se ha logrado gracias a la cooperación y unidad entre los miembros de la Organización Mexicana Legítima de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, quienes reciben asesoría de expertos nacionales e internacionales.
El foro, además de estar bien organizado, facilitó el intercambio de ideas y experiencias entre los gobernadores participantes, quienes se comprometieron a trabajar en sus comunidades para promover un progreso en el campo tecnificado, con acceso al agua y autosuficiente.
Un acuerdo significativo fue la realización anual de un foro nacional en la comunidad de Medellín de Bravo, Veracruz. De tal manera que en diciembre de 2026 se realizará un segundo encuentro.
La OMLPOCI ha demostrado un notable progreso hacia el desarrollo sustentable y la seguridad alimentaria, a pesar de la ausencia de apoyo oficial.