El núcleo de nuestro planeta, una vasta esfera de hierro y níquel, sigue siendo uno de los enigmas más intrigantes de la ciencia. Aunque no podemos explorarlo directamente debido a su ubicación a más de 5.000 kilómetros bajo nuestros pies, los científicos han desentrañado algunos de sus secretos a través de observaciones sísmicas y modelos computacionales.