El día que cayó ‘El Mayo’: traición interna y captura silenciosa del capo sinaloense

El 25 de julio de 2024, ‘El Mayo’ Zambada fue capturado tras una supuesta traición de Joaquín Guzmán López. Escoltas revelan detalles de la emboscada y traslado forzado a EE.UU.

masclaro.mx
today 22/07/2025

Por Mario Victorino


El 25 de julio de 2024 se convirtió en una fecha histórica para el combate al narcotráfico en México. Ese día, Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa y uno de los criminales más buscados del mundo, fue capturado en una operación que, según testimonios cercanos, no fue una entrega voluntaria, sino una traición orquestada por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán.

La versión más sólida indica que Zambada fue citado a una reunión en la finca Huertos del Pedregal, en Culiacán, bajo el pretexto de mediar disputas entre líderes políticos locales. El encuentro, supuestamente pactado con la presencia del gobernador Rubén Rocha Moya, Iván Archivaldo Guzmán y el empresario Héctor Melesio Cuén, terminó en una emboscada. Al ingresar a una habitación oscura, Zambada fue sometido por hombres armados, atado y obligado a subir a una camioneta que lo llevó a una pista aérea.

Desde allí, fue trasladado en avión privado a El Paso, Texas, donde agentes federales estadounidenses lo detuvieron sin disparos. La operación fue descrita como “quirúrgica” por exfuncionarios de la DEA, y se ejecutó sin conocimiento previo del gobierno mexicano. En una carta difundida semanas después, Zambada negó haberse entregado y denunció haber sido secuestrado. Afirmó que fue engañado por Guzmán López, quien habría negociado beneficios con autoridades estadounidenses a cambio de su entrega.

La Fiscalía mexicana respaldó esta versión, calificando el hecho como una privación ilegal de la libertad. La captura de Zambada, de 76 años, estremeció al sistema criminal mexicano. Enfrenta 17 cargos federales en Nueva York, incluyendo narcoterrorismo por tráfico de fentanilo, y podría ser condenado a pena de muerte.

El impacto de su caída reconfigura el tablero del Cártel de Sinaloa, dejando a Los Chapitos como principales herederos del poder. Expertos en seguridad afirman que la entrega de Zambada fue parte de una estrategia negociada por facciones internas del cártel para blindar sus operaciones y evitar represalias. La operación también ha sido interpretada como un mensaje de Estados Unidos sobre su capacidad para intervenir en estructuras criminales sin depender de las autoridades mexicanas.

A un año de su captura, Zambada permanece bajo custodia en una prisión de máxima seguridad en Nueva York, mientras su defensa insiste en que fue víctima de una traición y exige su repatriación. El caso sigue generando tensiones diplomáticas, especulaciones sobre pactos secretos y un debate profundo sobre el futuro del narcotráfico en México.