Ciudad de México, 17 de abril de 2024 - En la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Ecuador por el asalto armado a su embajada el 5 de abril de 2024.
El incidente, que ha causado tensiones diplomáticas entre México y Ecuador, fue el tema principal de la reunión de la CELAC, convocada por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
México ha exigido la expulsión de Ecuador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hasta que ofrezca disculpas públicas al estado mexicano. López Obrador enfatizó la importancia de sentar un precedente ante la CIJ y la ONU para evitar que se repitan eventos como el sucedido en la embajada de México en Ecuador.
El presidente mexicano advirtió que si este precedente y la sanción no prosperan, la ONU quedará como “un florero” a nivel mundial. Rechazó hacer comentarios sobre las declaraciones del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien sugirió que el problema podría resolverse con “un ceviche y unos tacos”. Según López Obrador, la agresión contra México no es una frivolidad y por ello no emitiría comentario alguno.
¿Qué sigue en este caso?
El siguiente paso en este caso será la revisión de la denuncia por parte de la CIJ. La corte evaluará la evidencia presentada por México y determinará si Ecuador violó las leyes internacionales con su acción en la embajada mexicana.
Si la CIJ encuentra a Ecuador culpable, podría ordenar reparaciones a México, que podrían incluir una disculpa pública y compensación financiera. Sin embargo, la implementación de tales reparaciones depende en gran medida de la voluntad de Ecuador de acatar la decisión de la CIJ.
Además, la ONU tendrá que considerar la demanda de México de expulsar a Ecuador de la organización hasta que ofrezca disculpas públicas. Esta es una medida drástica que rara vez se ha tomado en la historia de la ONU, y requerirá un amplio apoyo de los estados miembros para llevarse a cabo.
Mientras tanto, se espera que las tensiones diplomáticas entre México y Ecuador continúen, y es probable que otros países de la CELAC y de la comunidad internacional en general estén observando de cerca cómo se desarrolla la situación.